Historia de vida de Lourdes Insfran.
Antes del proyecto
Lourdes
Insfran (28 años) con su marido y sus dos hijos (6 y 8 años), vivían en una
comunidad pobre, situada en la Cuidad de
Caaguazú (uno de los departamentos con los mayores
niveles de pobreza del país), ubicada a 179 Km de
la cuidad de Asunción, caracterizada por
la pequeña producción agrícola y ganadera.
La Familia Insfran, en el año 2004,
ha migrado a la cuidad de Asunción a causa de la falta de oportunidades
de empleo en la zona rural, con perspectiva de mejorar sus condiciones de vida.
Llegaron a la cuidad con poca cantidad de dinero y ocuparon un terreno fiscal,
construyeron una vivienda con materiales
reciclables, aumentando de esta manera el cinturón de pobreza extrema en
barrios marginales periféricos de la capital, como consecuencia del desarraigo
de las familias campesinas de sus lugares habituales de residencia
El marido, para mantener a su familia,
empezó a trabajar como vendedor ambulante, es decir, vendía hortalizas,
frutas, dulces casa por casa o en transportes públicos, mientras, ella se
dedicaba exclusivamente al cuidado de sus hijos. El ingreso familiar solo
cubría en satisfacer mínimamente sus necesidades alimentarias.
Durante el proyecto.
Durante el proyecto.
Lourdes solo ha podido concluir el nivel escolar (6 años de estudios) y nunca accedió a una educación informal con fines de tener oportunidades de trabajo. En el 2010, ella se hace parte del proyecto y se capacita en el área de Corte y confección, teniendo mínimos conocimientos en el rubro. Adquirió conocimientos necesarios como para confeccionar una prenda de vestir, uso apropiado de las maquinas, manejo de medidas y realización de moldes. Como consecuencia de los talleres autoestima y liderazgo, que se dictaban paralelamente a los cursos de formación, ella decidió conformar con sus compañeras, un grupo de producción, con el objetivo de generar ingresos y ayudar a su familia
Lourdes se desempeña como costurera y administradora del taller. |
El grupo de producción de confección, inicio en el año 2010 y sigue funcionando. Cabe resaltar que muchas integrantes han desertado y otras han ingresado, siendo Lourdes la única que persevero desde el comienzo. A partir del año 2011, el grupo costureras se ha fortalecido como microempresa, de tal manera han podido concretado por un lado, la confección de uniformes en el área de gastronomía y por el otro, camperas rompeviento como uniformes de empresas, trabajando 8 hras. de lunes a viernes.
Durante dos años, Lourdes, demostró varios valores y las compañeras la han elegido a modo de confianza para llevar la contabilidad del negocio de las costureras y de la Asociación de Mujeres Microempresarias (compuesta por todas las beneficiarias, sin distinguir el rubro de producción). En años pasados, nunca ha formado parte de ningún grupo, pero ahora demuestra alto sentido de pertenencia hacia el proyecto, teniendo un alto nivel de participación en las reuniones, talleres y cursos.
Durante dos años, Lourdes, demostró varios valores y las compañeras la han elegido a modo de confianza para llevar la contabilidad del negocio de las costureras y de la Asociación de Mujeres Microempresarias (compuesta por todas las beneficiarias, sin distinguir el rubro de producción). En años pasados, nunca ha formado parte de ningún grupo, pero ahora demuestra alto sentido de pertenencia hacia el proyecto, teniendo un alto nivel de participación en las reuniones, talleres y cursos.
Beneficios del proyecto y cambios
La vivienda de la familia Insfran, hasta el 2010, era de terciado y no tenia pisa |
Manifiesta Lourdes, que sus ingresos en los primeros meses, era mensual de 200.00 Gs, que contribuía a incrementar solo al presupuesto de alimentación. En efecto, los resultados son similares a la mayoría de las personas cuentapropistas del Paraguay, ya que según la Encuesta Permanente de hogares 2008, el 84,4% de estas personas genera ingresos mensuales inferiores al mínimo legal mensual.Actualmente, con el incremento de ventas, ha llegado como máximo un ingreso de 1.600.000 Gs.
Los beneficios de su trabajo ha sido incrementar el ingreso mensual familiar, ayudando a su marido. De esta manera, han remunerado a una vecina para que se quede al cuidado de sus hijos, han mejorado las condiciones de su vivienda, es decir, construir con materiales de ladrillo y tejas, y han adquirido más electrodomésticos del hogar.
En el 2011, empiezan con la construcción de una vivienda con mejores materiales |
Ella relata que la unidad familiar es la primera beneficiaria, ya que también su producción se destina para los miembros de la familia, así como también, con los ingresos que genera. Cabe destacar, que unos de los cambios más valorizados en ella misma, se registraron en el aspecto de la autoestima. Reconoce sus capacidades y vuelven a creer en su propia competencia, “Antes creía que solo servía para ama de casa, ahora que hago productos de buena calidad, la gente aprecia y apoya mi trabajo”.
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